A través del juego de mesa podemos trabajas las emociones así como multitud de competencias. Se trata de una competencia transversal que encontramos en la gran mayoría de juegos. Aprendemos a respetar a los otros, a esperar nuestro turno pacientemente, a ganar, a perder, a aceptar la manera de jugar de los otros... Habitualmente es lo que enseñamos en nuestros talleres tanto a niños como a los que no son tan niños.
El caso de Ikonikus es especial. Este juego transforma las emociones en el mismo juego.
¿Cómo me siento cuando...
...me suena el despertador? ... tengo una pesadilla? ...tengo un problema en el colegio? ¿Cómo me sentiría si ganara la lotería?
Estos son ejemplos de preguntas que podemos hacer al resto de jugadores en Ikonikus. Por turnos un jugador hará de juez y planteará una pregunta de este estilo al resto. Entonces cada uno mirará de entre las cartas que tiene en la mano cual cree que es la que mejor responde a la pregunta que ha hecho el juez y se la entregará en secreto.
Las cartas siempre muestran un corazón con un símbolo en su interior que representa una emoción.
La importancia de la empatía
Una vez el juez ha recibido todas la cartas las mezcla y las muestra. Entonces tiene que decidir cual cree que es la más acertada y explicar porqué es la que mejor representa su emoción. El jugador que haya puesto aquella carta se llevará un punto.
Para acumular puntos tendremos que poner a prueba nuestra empatía. Cuando escogemos una carta no tenemos que pensar como nos sentimos nosotros mismos sino que nos tenemos que poner en la piel del juez para intentar adivinar como se siente él.
Multitud de posibilidades
Una variante que nos da mucho juego en nuestros talleres consiste en que el juez tiene que intentar dar una explicación a cada carta que le han mostrado los jugadores. Así podemos ver como piensan los otros y muchas veces nos damos cuenta que hemos dado una carta respondiendo en positivo cuando el juez estaba pensando en negativo y al revés. Para alguien que suene el despertador por la mañana puede ser una cosa mala, pero para otros puede ser muy positivo pues es el inicio de un gran día.
Ikonikus, jugamos con las emociones
Un juego para toda la familia